lunes, 4 de noviembre de 2013

SI QUIERES VENIR CONMIGO CARGA TU CRUZ...

La vida evangélica conduce a la Cruz. El Evangelio lo advierte y Jesús nos dice que quien quiera seguirle cargue con su Cruz día tras día. Así pues, aquel cristiano que optando por el Evangelio atraviesa caminos de rosas, si quiere ser sincero debe preguntarse si realmente se ha dejado convertir por Él. ¿Y qué es la Cruz? Tan solo la tensión continua entre los criterios de todo hombre y mujer y los de Dios Padre-Madre fundamentados en la paz, la justicia y el amor materializados en el servicio realizado con la alegría de saberse transformado por el Resucitado. Esta alegría es la luz que deja entrever al entorno que se encuentra ante algo fuera de lo común y que al mismo tiempo deja en evidencia. 

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